Si bien es cierto que las publicaciones en redes sociales captan la atención desde lo visual, no por eso puedes descuidar tus textos.
Podría decirse que un diseño atractivo hace que dirijan la mirada hacia ti, pero el copy es quien define que esas miradas decidan quedarse.
Te invitamos a dejar atrás eso de publicar "lo primero que me viene a la mente" y te compartimos la forma de estructurar posteos que no pasen desapercibidos.
Primera frase
Los primeros 50 caracteres son la prueba de fuego. Ya la pieza llamó la atención de tu potencial cliente, pero ¿qué tienes para ofrecerle? ¿por qué debería leer más?
En esta primera línea puedes jugar con la curiosidad, introducir algo controversial o introducir una frase impactante.
Piénsalo como la puerta de entrada al resto del contenido: si no invita a ingresar, habrá mucha gente pasando de largo y pocas visitas.
Cuerpo del post
Ya tienes la atención, ahora es momento de zambullirse en el contenido.
Aquí la clave está en organizar tu texto para que tenga sentido: piensa en la fórmula universal a la hora de contar historias (principio, medio y fin).
Remate final
Tu post puede ser increíblemente bueno, pero tienes que saber qué hacer con la energía de quien te lee hacia las últimas líneas. Ya llegaron hasta allí, ¿ahora qué?
Tienes que darle un cierre de película e incluir un llamado a la acción final: ¿qué buscas generar? ¿qué quieres que hagan después? ¿con qué sensación quieres que abandonen el post?
¿Te sirvieron estos consejos? Si aún te cuesta amigarte con la hoja en blanco, te recomendamos pasarte por esta nota.
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